Seguramente, si pensamos en detectives o investigadores famosos, casi con toda probabilidad, nos vendrán a la cabeza nombres como el célebre Sherlock Homes, Hercules Poirot o Miss Marple. El mundo de la literatura se ha vinculado estrechamente con el mundo de los detectives para dar ese aire de intriga en sus novelas policiacas, lo que ha cautivado a miles de lectores en todo el mundo; pero, en la vida, existen muchos otros detectives de carne y hueso que ocupan un lugar privilegiado debido a sus logros y hazañas. Detectives profesionales que gracias a su astucia y discreción consiguieron resolver casos tanto sorprendentes como mediáticos.
Probablemente, uno de los nombres que encabeza el ránking de los detectives reales más famosos del mundo es, sin duda, el del investigador privado Viktor Burakov, especialmente famoso por haber dado caza al sanguinario Andrei Romanovich, más conocido como el “Carnicero de Rostov”. A finales de los años setenta, en la URSS, la antigua Unión Soviética, ese despiadado asesino en serie acabó con la vida de más de cincuenta personas en tan solo una década, mujeres y niños eran sus víctimas elegidas para cometer un sinfín de atrocidades. El gran trabajo profesional realizado por Viktor Burakov fue de tal magnitud que llegó a ser reconocido como el mejor detective privado de todo el mundo, atribución otorgada tanto por el FBI como por la CIA.
Si viajamos un poco en el tiempo, a la Francia de 1800, encontraremos el nombre de Eugène-François Vidocq (1775-1875), que, pese a que su reputación está un poco enturbiada debido a rumores que afirman que en su pasado fue un criminal, ocupa un lugar privilegiado en este ránking debido a que fue el primer director de la Oficina de Seguridad Nacional de Francia. Aportó al mundo de la investigación avances importantes relacionados con la balística o las pesquisas.
Otro de los detectives reales más famosos que no puede faltar en esta lista es Allan PInkerton (1819-1884). Este escocés fue la persona que creó la primera agencia de detectives privados de todo el mundo. Gracias a su lema “We never sleep” (Nunca dormimos) su agencia logró una fama que llegó a traspasar las fronteras de su país. También era conocido por ser la primera persona que creó una base de datos en la que se registraron todos los crímenes realizados en los Estados Unidos de América.