Nadie se asombraría si leyera que cerca del 40 % de las bajas laborales que investiga el Ministerio de Empleo resultan ser un fraude. Por desgracia, no son pocos los que aprovechan las lagunas del sistema para su propio beneficio y para perjuicio del empleador. En las líneas que siguen, ofrecemos una serie de pautas para poder esclarecer dudas acerca de la veracidad de las bajas laborales.
Una de las herramientas más potentes que tiene el sistema para detectar fraude en una baja laboral la proporciona un ente público: la Seguridad Social, que realiza controles muy exhaustivos a este respecto y con grandes resultados: de cada 10 bajas que revisa, 4 son fraudulentas.
La administración cuenta con diversos instrumentos para llevar a cabo esta investigación. En primer lugar, los historiales médicos, a los que tiene acceso (a diferencia de las empresas), con los que puede contrastar la duración de la baja con la que sería adecuada por una determinada enfermedad. En segundo lugar, se suelen controlar aquellos trabajadores que acceden a la baja con mucha frecuencia o a los facultativos que las prescriben demasiado a menudo. Asimismo, los funcionarios de la Seguridad Social tienen la capacidad de concertar citas de control a aquellos trabajadores bajo sospecha.
Todas estas herramientas resultan muy eficaces, pero posiblemente no lleguen a todos los casos. Por ello, la propia empresa empleadora puede iniciar una investigación si tiene alguna sospecha sobre algún trabajador de baja. Veamos qué se puede hacer desde el sector privado.
En cuanto salta la alarma por la suposición de fraude en una baja laboral, esta se puede comprobar mediante un examen médico por parte de los facultativos de la propia empresa, si los tuviera, o por los de la mutua que tenga contratada la compañía. A partir de los resultados de este informe, es posible recurrir a otras herramientas: el despido disciplinario, el expediente disciplinario o acudir a Inspección de Trabajo.
No obstante, para justificar todas estas acciones legalmente, hay que contar con pruebas fehacientes para demostrar el fraude. No basta con la sospecha. Por ello, son cada vez más las compañías y las mutuas que solicitan los servicios de las agencias de detectives privados, los únicos agentes acreditados para poder recabar las pruebas necesarias (tanto gráficas como escritas) para demostrar la acción fraudulenta, aunque siempre bajo el amparo de la ley.
Entre las herramientas con las que cuentan los detectives privados para ello, las más usuales son las siguientes: investigación de la relación del facultativo que expide la baja con el empleado; seguimiento de actividades diarias del empleado; testimonios de individuos del entorno del empleado; actividad en las redes sociales del trabajador.
En Toxan Detectives contamos con los profesionales adecuados para llevar a cabo cualquier investigación para demostrar fraude en una baja laboral. No dude en contactar con nosotros si tiene alguna sospecha: el coste (tanto económico como de ambiente laboral) para su empresa de una baja fraudulenta es demasiado alto.